Publicado el 05 de agosto de 2010
uf kogo
que dificil todo, no entiendo como pueden tener tanta caradura y no darse cuenta de que los afectados realmente son los niños, sus propios hijos.
Mi niño está mejor, ya ha engordado unos gramitos y recuperado el color. Esta muy mimosín, y ha venido contando unas cosas que aquello parece la casa de los horrores, así que no se que hacer. De momento mimarlo y achucharlo.